Monday, February 21, 2011

In le Brasil, le felicitate pote converter se in un derecto constitutional.


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Un del characteristicas con le plus frequentemente associate con le brasilianos es lor tendentia de surrider multo. Multe studios in le passato ha verificate iste tendentia, e il pare que le brasilianos debe esser includite inter le personas le plus felice in nostre planeta. Nunc, le pais le plus populate del America latin vole includer le concepto del felicitate in su proprie constitution.

Le Senato del Brasil verso le fin de 2010 dava su approbation preliminar a un emendamento constitutional pro includer le “persecution del felicitate” como un derecto establite. Le Senato habera un votation final sur le emendamento in le proxime menses.

Le initiativa prendeva su inspiration de un proposition facite in 2009 per le presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, pro crear un indice alternative al Producto Interne Brute (PIB) pro mensurar le ben-esser de un nation.

Le mensura del felicitate adoptate per Francia ha su base in un studio de duo recipientes del Premio Nobel in Economia, le statounitese Joseph Stiglitz e le indio Amartya Sen, e include valores immaterial como le qualitate del systema de sanitate, del transporte public, e del education pro mensurar le progresso.

Altere paises, como le Regno Unite, anque annunciava projectos pro mensurar le ben-esser de lor citatanos, e nationes como Japon e Korea del Sud jam include le derecto al felicitate in lor constitutiones, durante que le Statos Unite establiva le concepto in su Declaration de Independentia, de 1776.

Que causa le felicitate? Le proposition brasilian es que le derectos social, que es enumerate in le sexte articulo del Constitution, essera considerate essential pro le “cerca del felicitate”.


Le emendamento propone le establimento del derecto a cercar le felicitate per le education, le sanitate, e le securitate. Plus tarde, nonobstante, illo esseva modificate pro esser plus specific con le inclusion del “education, sanitate, alimentation, travalio, allogiamento, otio, securitate social, le protection del maternitate, le protection del infantia, e le assistentia a personas sin focar”.

Le senator e ex-ministro de education sub le governamento de Luiz Inácio Lula da Silva, Cristovam Buarque, le autor del emendamento, clarificava que illo non cerca garantir legalmente le felicitate del brasilianos, proque illo esserea impossibile, ma que illo establi le derecto a cercar le felicitate per medio del education, le sanitate, e le securitate. In su opinion, le proposition anque “compromete le governamentos e le statos a assecurar le derectos social del populo”.

Pro multe observatores, le forte crescimento economic que habeva le pais durante le ultime decada ha augmentate le nivellos de optimismo inter le population. Illo generava un nove classe medie plus consciente de su derectos social. E durante que augmentante quantitates de personas escappa le povressa, il ha augmentante numeros de personas preoccupate per questiones minus immediate, como le sanitate, le education, e le securitate.

Ma alicunes dice que ben que ille derectos social es importante, il es imposibile dicer que lor obtention garantira le felicitate. Pro multes, le felicitate es individual e subjective, e assi su cerca non deberea esser un derecto constitutional. Pro iste criticos, il es evidente que le stato brasilian debe conformar se con su obligationes, ma totevia illo non pote promitter le celo e le terra o limitar le independentia del individuo in le cerca de su proprie felicitate.

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En Brasil, la felicidad puede convertirse en un derecho constitucional.

Una de las características con la que más se asocia a los brasileños es su tendencia a sonreír mucho. Muchos estudios en el pasado han verificado esta tendencia, y parece que los brasileños deben ser incluidos entre las personas más felices en nuestro planeta. Ahora, el país más poblado de América Latina quiere incluir el concepto de la felicidad en su propia Constitución.

El Senado de Brasil a fines de 2010 dio su aprobación preliminar a una enmienda constitucional para incluir la “búsqueda de la felicidad” como un derecho establecido. El Senado tendrá una votación final sobre la enmienda en los próximos meses.

La iniciativa se inspiró en una propuesta lanzada en 2009 por el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, para crear un índice alternativo al Producto Interno Bruto (PIB) para medir el bienestar de una nación.

La medición de la felicidad adoptada por Francia está basada en un estudio de dos Premio Nobel en Economía, el estadounidense Joseph Stiglitz y el indio Amartya Sen, e incluye valores inmateriales como la calidad del sistema de salud, del transporte público y de la educación para medir el progreso.

Otros países, como el Reino Unido, también anunciaron proyectos para medir el bienestar de sus ciudadanos, y naciones como Japón y Corea del Sur ya incluyen el derecho a la felicidad en sus constituciones, mientras que los Estados Unidos estableció el concepto en su Declaración de Independencia, de 1776.

¿Qué causa la felicidad? La propuesta brasileña es que los derechos sociales, que están enumerados en el sexto artículo de la Constitución, sean considerados esenciales para la “búsqueda de la felicidad”.

La enmienda propone el establicimento del derecho a buscar la felicidad a través de la educación, la salud y la seguridad. Más tarde, sin embargo, fue modificada para ser más específica mediante la inclusión de la “educación, salud, alimentación, trabajo, vivienda, ocio, seguridad social, la protección de la maternidad, la protección de la infancia y la asistencia a los desamparados”.

El senador y ex-ministro de Educación bajo el gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva, Cristovam Buarque, autor de la enmienda, aclaró que no busca garantizar por ley la felicidad de los brasileños, porque eso sería imposible, pero que establece el derecho a buscar la felicidad por medio de la educación, la salud y la seguridad. En su opinión, la propuesta además “compromete a los gobiernos y a los estados a asegurar los derechos sociales del pueblo”.

Para muchos observadores, el fuerte crecimiento económico que experimentó el país durante la última década ha aumentado los niveles de optimismo entre la población. Generó una nueva clase media más consciente de sus derechos sociales. Y en la medida que más gente sale de la pobreza, cada vez hay más personas preocupadas por cuestiones menos inmediatas, como la salud, la educación y la seguridad.

Pero algunos dicen que si bien esos derechos sociales son importantes, es imposible decir que su obtención garantizará la felicidad. Para muchos, la felicidad es individual y subjetiva, y por lo tanto su búsqueda no debería ser un derecho constitucional. Para estos críticos, es evidente que el estado brasileño debe cumplir con sus obligaciones, pero todavía no puede prometer el cielo y la tierra o limitar la independencia del individuo en busca de su propia felicidad.

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In Brazil happiness may become a constitutional right.

One of the characteristics most associated with Brazilians is their tendency to smile a lot. Many studies in the past have verified this tendency, and it seems that Brazilians must be included among the happiest people on our planet. Now, the most populous country in Latin America wants to include the concept of happiness in its constitution itself.

The Brazilian Senate in late 2010 gave preliminary approval to a constitutional amendment to include the “pursuit of happiness” as an established right. The Senate will have a final vote on the amendment in the coming months.

The initiative was inspired by a proposal made in 2009 by French President Nicolas Sarkozy to create an alternative index to Gross Domestic Product (GDP) to measure the welfare of a nation.

The measurement of happiness adopted by France is based on a study of two Nobel Prize winners in Economics, the American Joseph Stiglitz and the Indian Amartya Sen, and includes intangible values such as the quality of the health system, public transport, and education.

Other countries like the United Kingdom also announced projects to measure the welfare of their citizens, and nations like Japan and South Korea already include the right to happiness in their constitutions, while the United States established the concept in its Declaration of Independence in 1776.

What causes happiness? The Brazilian proposal is that social rights, which are listed in the sixth article of the Constitution, should be considered essential to the “pursuit of happiness.”

The amendment proposes the establishment of the right to pursue happiness through education, health, and safety. Later on, however, it was modified to be more specific by including “education, health, food, work, housing, leisure, social security, protection of motherhood, protection of childhood, and assistance to the homeless.”

The senator and former education minister under President Luiz Inacio Lula da Silva, Cristovam Buarque, author of the amendment, clarified that it does not seek to legally ensure Brazilians' happiness because that would be impossible, but that it establishes the right to pursue happiness through education, health, and safety. In his opinion, the proposal also “commits governments and states to ensure the social rights of the people.”

To many observers, the strong economic growth experienced by the country during the last decade has increased the levels of optimism among the population. It generated a new middle class more aware of its social rights. And as more people got out of poverty, there are more and more people concerned about less immediate issues such as health, education and security.

But some people say that while these social rights are important, it is impossible to say that their production will guarantee happiness. For many people, happiness is individual and subjective, and therefore the search should not be a constitutional right. For these critics, it is clear that Brazil must meet its obligations, but it still cannot promise heaven and earth and limit the independence of the individual seeking his own happiness.

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