Thursday, September 24, 2009
Le Cono Sud exige reformas ante le Nationes Unite.
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Le situation del deponite presidente de Honduras, Manuel Zelaya, non esseva le sol thema que esseva importante pro le differente leaders del Cono Sud qui parlava ante le Assemblea General del Nationes Unite (ONU) in New York.
Ducite per le presidente brasilian, Luiz Inacio Lula da Silva, le presidentes de Chile, Uruguay, e Argentina faceva un reclamation emphatic pro le augmentation del influentia in le institutiones multinational del paises povre e in in vias de disveloppamento.
“Un nove mundo es un imperativo politic e moral. Solmente un gruppo de agentias international plus democratic e representative essera capace de approchar problemas complexe, como le reorganisation del systema monetari international”, diceva Lula, le prime qui parlava post le discurso inaugural del presidente del Statos Unite, Barack Obama.
Le governantes sudamerican es inter le primes qui ha exigite que se face reformas in le organisationes financiari intergovernamental que forma parte del systema global, como le Fundo Monetari International (FMI) e le Banca Mundial (BM).
Secundo Lula, le crise financiari international que comenciava ante un pauco plus que un anno marcava le fallimentos del systema global actual e monstrava que il es absolutemente necesse refundar le ordine economic mundial si on pretende evitar “nove e plus grande crises”.
Lo que diceva Lula esseva confirmate per le presidente de Chile, Michelle Bachelet, qui diceva que le crise economic actual ha date abundante provas del necessitate de reorganisar le systema economic mundial e demonstra le fallimento del paradigma neoliberal.
Durante su discurso Bachelet criticava le deregulation del mercatos, le speculation financiari, e le paradisos fiscal e demandava que le relationes international se establi sur le base del derecto e institutiones forte, e non sur le base del fortia militar e abuso economic como occurre in le actualitate.
Le presidente urugayan, Tabaré Vázquez, anque advocava pro le respecto al derecto international e le rejection del uso de fortia.
“Nos nos trova in un momento sin precedentes in le historia quando le humanitate confronta tante possibilitates conjunctemente con tante menacias”, diceva ille, demandante que trans le multilateralismo se globalisa non solmente le economia ma anque “le pace, le libertate, le democratia, le justitia, le dignitate, e le benesser de omne le gente del mundo”.
Ultra exiger un reforma del institutiones financiari durante su discurso, Lula exigeva cambios in le Consilio de Securitate del Nationes Unite e diceva que su pais debe haber un sede permanente in ille organo executive.
“Il jam non es possibile que le Nationes Unite e su Consilio de Securitate sia governate per le mesme parametros que seque del Secunde Guerra Mundial”, diceva ille. Lula anque citava le caso del Union del Nationes Sudamerican (Unasud) como un exemplo de integration regional utile e assecurava que un mundo multipolar non se trovara in opposition al ONU. Al contrario, ille insisteva, illo poterea esser un factor que contribuerea a su revitalisation.
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La situación del depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, no era el único tema que era importante para los diferentes líderes del Cono Sur, que hablaron ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) en Nueva York.
Liderados por el mandatario brasileño, Luiz Inacio Lula da Silva, los presidentes de Chile, Uruguay y Argentina realizaron un enfático reclamo para que los países pobres y en vías de desarrollo aumenten su influencia en las instituciones multinacionales.
“Un nuevo mundo es un imperativo político y moral. Sólo un grupo agencias internacionales más democráticas y representativas serán capaces de abordar problemas complejos, como la reorganización del sistema monetario internacional”, dijo Lula, el primero en hablar tras el discurso inaugural del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama.
Los gobernantes sudamericanos están entre los primeros que han exigido que se realicen reformas en los organismos financieros intergubernamentales que forman parte del sistema global, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM).
Según Lula, la crisis financiera internacional que comenzó hace poco más de un año marcó las falencias del sistema mundial actual y mostró que es “imprescindible refundar el orden económico mundial” si se pretende evitar “nuevas y mayores crisis”.
Lo que dijo Lula fue confirmado por el presidente de Chile, Michelle Bachelet, quien dijo que la crisis económica actual ha dado abundantes pruebas de la necesidad de reorganizar el sistema económico mundial y muestra el fracaso del paradigma neoliberal.
Durante su discurso Bachelet criticó la desregulación de los mercados, la especulación financiera y los paraísos fiscales, y pidió que las relaciones internacionales se establezcan sobre la base del derecho y instituciones fuertes, y no a través de la fuerza militar y abuso económico como ocurre en la actualidad.
El presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, también abogó por el respeto al derecho internacional y el rechazo al uso de la fuerza.
“Nos encontramos en un momento sin precedentes en la historia cuando la humanidad se enfrenta a tantas posibilidades, junto con tantas amenazas”, señaló, pidiendo que a través del multilateralismo se globalice no sólo la economía, sino también “la paz, la libertad, la democracia, la justicia, la dignidad y el bienestar de toda la gente del mundo”.
Además de exigir una reforma de las instituciones financieras durante su discurso, Lula pidió cambios en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y dijo que su país debe tener un asiento permanente en ese órgano ejecutivo.
“Ya no es posible que las Naciones Unidas y su Consejo de Seguridad estén regidos por los mismos parámetros que se siguen desde la Segunda Guerra Mundial”, dijo. Lula también citó el caso de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) como un ejemplo de integración regional útil y aseguró que un mundo multipolar no estará en oposición a la ONU. Al contrario, insistió, podría ser un factor que contribuiría a revitalizarla.
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The situation of the deposed president of Honduras, Manuel Zelaya, was not the only issue that was important for the different leaders of the Southern Cone who spoke before the General Assembly of the United Nations in New York.
Led by Brazilian President Luiz Inácio Lula da Silva, the presidents of Chile, Uruguay and Argentina made an emphatic claim for poor and developing countries to increase their influence on multinational institutions.
“A new world is a political and moral imperative. Only a group of more democratic and representative international agencies will be able to approach complex problems, such as the reorganization of the international monetary system,” said Lula, the first to speak after the inaugural speech of U.S. President, Barack Obama.
South America’s leaders are among the first who have demanded that reforms be made in intergovernmental financial agencies that are part of the global system, such as the International Monetary Fund (IMF) and World Bank (WB).
According to Lula, the international financial crisis that began just over a year ago marked the shortcomings of the current global system and established that it “it is absolutely necessary to reshape the world economic order” if we are to avoid “new and greater crises.”
What Lula said was confirmed by the president of Chile, Michelle Bachelet, who said the current economic crisis has provided abundant proof of the need for reorganizing the world economic system and shows the failure of the neoliberal paradigm.
During her speech, Bachelet criticized the deregulation of markets, financial speculation, and tax havens, and she asked that international relations be established on the basis of law and strong institutions, not through military strength and economic abuse as is the case today.
The Uruguayan president, Tabaré Vázquez, also advocated for respecting international law and rejecting the use of force.
“We find ourselves in an unprecedented time in history when mankind faces so many possibilities together with so many threats,” he said, asking that not only should the economy be globalized through multilateralism but also “peace, freedom, democracy, justice, dignity and welfare of everyone in the world.”
Besides demanding a reform of financial institutions during his speech, Lula also called for changes in the Security Council of the U.N. and said his country should have a permanent seat in that executive body.
“It is no longer possible for the United Nations and its Security Council to be governed by the same parameters that follow from the Second World War,” he said. Lula also cited the case of the Union of South American Nations (UNASUR) as an example of useful regional integration and assured that a multipolar world is not at odds with the U.N. On the contrary, he insisted, it could be a factor that would help revitalize it.
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